ENTRENAMIENTO

Para comenzar con tu primer programa de entrenamiento debes tener clara tu meta a largo plazo (meta principal y final) y tus metas a corto plazo (sub. metas que tu creas que puedas alcanzar en un breve espacio de tiempo), no sacas nada haciendo de todo un poco yendo de aquí para allá, entrenando rápido y duro en todas las maquinas del gimnasio y haciendo cardiovasculares a toda potencia, ya que no lograrás ver resultados claros.

Primero analiza bien tu imagen y esquema corporal, para crear tus metas en sentido a que debes mejorar, que debe crecer y que debe disminuir.

“Todo levantador de pesas comienza queriendo unos brazos más grandes. Yo no los mejoré entrenando más fuerte, sino de una forma más inteligente” .

Toda persona que se inicia en las pesas debe comenzar con un programa básico. Este consiste básicamente en ejercicios generales que involucren todas las zonas musculares. A medida que va pasando el tiempo, el cuerpo se va adaptando a ese programa y para seguir progresando es necesario dar al entrenamiento una mayor intensidad. Mayor intensidad se refiere a un aumento en las cargas, en el número de series, en el número de repeticiones o una disminución en los tiempos de descanso. Nuestro cuerpo no es una máquina y si aumentamos la intensidad en forma demasiado rápida llegará un punto en que este no alcanzara a adaptarse a la misma velocidad y no resistirá la rutina. Es por eso que cuando se pasa a nivel más avanzado es necesario dividir la rutina, de modo que se trabajen ciertos grupos musculares mientras descansan los otros. La rutina dividida, en que solo se trabajar ciertos grupos musculares favorece tanto el abastecimiento de energía como la regulación hormonal y utiliza de manera más eficiente el sistema nervioso.

Algo sumamente importante a destacar es no descuidar los grupos musculares, ya que en el cazo de los hombres siempre quieren brazos más grandes, pero descuidan sus muslos y pantorrillas dándole una imagen prácticamente ridícula, y las mujeres viceversa.

Un cuerpo armónico es aquel que se desarrolla en forma íntegra y comprende todas las zonas por igual. La simetría es tanto o más importante que un bajo porcentaje de grasa o una gran masa y calidad muscular. Es verdad que la genética de cada uno nos predispone a un mayor desarrollo en ciertos grupos musculares en comparación a otros. En esos casos debemos darle preferencia a esos músculos en los cuales tenemos falencias entrenándolos más seguidos, aumentando el número de series o variando el tipo de ejercicios.

En las subpáginas de esta sección encontraran datos interesantes de cómo realizar un entrenamiento de calidad, ojala les sea de provecho.